Ir al contenido principal

Entradas populares de este blog

34. La sinfonía del amor

  No anduvieron mucho trecho antes de entrar en otro bar con el simple nombre de Tal Cual. Allí se encontraron de nuevo con Bárbara y Paloma. Seve se había marchado o le habían dado esquinazo. Se saludaron entusiasmados, aunque no se sumaron a su corrillo por estar acompañadas por un numeroso grupo de estudiantes, entre los que sobresalía un mozo alto con una pelirroja barba que se hallaba concentrado en el ritual de liar un canuto. El Tal Cual era un bar montado apresuradamente aprovechando el momento en el que toda la movida nocturna se trasladó a esa plazuela. Se abrió con lo imprescindible, sin cuidar para nada la decoración, como si esta fuera algo superfluo y de poca importancia, sabiendo sus propietarios que no necesitarían ningún gancho especial para que el público sediento entrara a su barra en ángulo recto. Incluso, el local en forma de estrecho embudo no era muy adecuado para el negocio de las copas, pero no mostraron reparos en comprarlo, dispuestos a hacerse con p...

El largo camino a Extremadura

  Ahora quiero comunicar a mis amigos la verdad. No me importó que os fuerais sin mí. Estoy seguro de que no lo hicisteis a propósito. La duda me surge sobre las cavilaciones que mantuvisteis cuando mi ausencia se materializó. Quién de vosotros propuso dar la vuelta, quién se negó, independientemente de los argumentos que unos y otros esgrimisteis. No me importa, porque soy plenamente consciente de que la amistad que nos ha unido, a partir de ahora, ya no podrá llamarse así. No siento amargura ni resentimiento; solo tengo la certeza de que os convertiréis en un recuerdo que no me causará dolor. Seréis, más bien, un conjunto de anécdotas simpáticas, aunque, si la ocasión lo permite, quizá mencione también algunas de vuestras conductas reprobables. En conjunto, los cuatro erais unos amigos estupendos; uno a uno, los comentarios sobre vosotros no serían unánimes. Sin embargo, no es mi intención personalizar, resaltando lo bueno y lo malo de cada uno. Prefiero conservar la armonía del...

EL MAPA DE ESPAÑA

Cada día desconfío más de mí mismo. Me siento mal. No sé por qué este malestar me ha alterado tanto, pero intuyo que tiene que ver con la sacudida del constructo mental que ha regido mi vida hasta el momento. No es la primera vez que un principio que creía incuestionable se viene abajo fruto de mi inocencia. No voy a repasarlos todos para no abrumar al lector con mis miserias. Me imagino que cada uno tiene las suyas y ha de lidiar con ellas. —¿Me podéis representar el mapa de España? —planteé en la primera ocasión en la que me encontré con dos profesores de Geografía e Historia. Estábamos sentados tomando algo en la terraza del único bar del pueblo, en una de esas pocas tardes en las que los duendes de los antiguos moradores vuelven a reunirse para tratar de no perder las raíces que les conectan con el lugar donde nacieron. La pregunta les dejó perplejos. Con seguridad imaginaron que les estaba metiendo en un atolladero de salida incierta. Primero se lo exigí al que se sentaba a ...